Salud



El tomate

Los tomates son ricos en vitaminas A, B, C y E lo que los convierte en diurético y desintoxicante, y tiene muchas sales, que son las que le dan ese sabor ácido. Son un antiséptico natural y una protección contra la infección. Si se comen crudos servirán de ayuda contra la gota, reumatismo, tensión alta, problemas de sinusitis, catarros y obesidad. El ácido nicotínico que contiene ayuda a reducir el nivel de colesterol en la sangre.

El tomate está formado por licopina, un determinado tipo de caroteno. La licopina, los carotenos y otras sustancias nutritivas que contiene el tomate son liposolubles. La licopina se encuentra almacenada en células cargadas de celulosa y sólo se libera por la acción del calor, junto con algo de grasa o aceite. Sin esta sustancia de protección, disminuye la agudeza visual, se desecan todas las mucosas del organismo, con lo que pierden su función de protección contra virus, hongos y bacterias. A consecuencia de ello, pueden aparecer molestias o incluso enfermedades graves.

No sólo protección para las células

Los tomates contienen gran cantidad de biotina (vitamina B, necesaria para la piel, el pelo, las uñas y la glucemia), niacina (vitamina B3, favorece el estado de ánimo positivo y un sueño reparador), ácido fólico (estimula la alegría de vivir, la hematopoyesis y el crecimiento celular), vitamina C (indispensable para el sistema inmunitario) y vitamina E (relacionada con la inmunidad y el funcionamiento cardíaco . Es rico en potasio (permite el transporte de los nutrientes hasta las células, favorece la eliminación de líquido y es diurético), zinc (importante para el tejido conectivo y la producción hormonal) y fibra (activa la digestión).

Prevención del cáncer

La persona que incluye regularmente los tomates en su dieta no sólo actúa a favor de su corazón, sino también contra el cáncer. El tomate es rico en los llamados antioxidantes, que protegen las células del organismo del ataque de los radicales libres. A esta combinación pertenecen también los betacarotenos y la vitamina C.

El tomate como cosmético

La pulpa de tomate es muy buena para la piel: refresca, tonifica  y ayuda a la circulación, restaura la acidez de la cara después de haberla lavado.

Mascarilla de tomate

Hacer una pasta mezclando pulpa de tomate con arcilla y yogur. Aplicar al rostro, dejar 10-15 minutos y lavar bien.

Tomate astringente

Mezclar con una batidora tomates pelados y zumo de limón, rociar el rostro con la mezcla. Lavar con agua tibia.

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